La mentira es un comportamiento problemático que puede tener un impacto significativo en las relaciones interpersonales y la confianza. Las personas mentirosas pueden tener diferentes actitudes y motivaciones detrás de su comportamiento engañoso.
Algunas características y actitudes de una persona mentirosa
La actitud de una persona mentirosa conlleva ciertos patrones:
- Engaño como mecanismo de defensa: Algunas personas recurren a la mentira como una forma de protegerse a sí mismas o de evitar enfrentar situaciones difíciles. Pueden sentir que la verdad los pondría en peligro, por lo que recurren a la mentira como una manera de mantenerse seguros.
- Búsqueda de beneficios personales: En algunos casos, las personas mentirosas pueden tener una actitud egoísta y manipuladora, utilizando la mentira como una herramienta para obtener ventajas o beneficios a expensas de los demás. Buscan obtener recompensas o evitar consecuencias negativas.
- Baja autoestima o inseguridad: Algunas personas mentirosas pueden tener una baja autoestima o sentir inseguridad acerca de sí mismas. Recurren a la mentira para construir una imagen o una narrativa más favorable, buscando mejorar su autoimagen o impresionar a los demás.
- Patrón de comportamiento aprendido: En algunos casos, las personas pueden haber desarrollado un patrón de mentira como resultado de experiencias pasadas o influencias negativas en su entorno. Pueden haber aprendido que la mentira es una forma efectiva de evitar problemas o conseguir lo que desean.
Abordaje y Ayuda Efectiva para las Personas Mentirosas
Características del mentiros@
Una de las causas y a la vez síntoma de las personas que mienten es la baja autoestima, la necesidad de reflejar una realidad que les haga parecer más interesantes y ser aceptados. La sintomatología ansiosa es parte del mentiroso, debido a la comparación de la realidad y el estrés que genera contar algo y tener miedo a ser descubierto.
Además, suelen tener dificultades sociales debido a la pérdida de credibilidad. Al contrario de lo esperado, aparece en ellos una tendencia a mentir de forma duradera, no como situación aislada o presión social, sino como una característica de personalidad. Importante destacar cómo algunos trastornos de personalidad, como la personalidad histriónica, narcisista, límite, sociópata, inmadurez y el síndrome de Münchausen, comparten (aunque de distintas maneras) rasgos de la mentira patológica. Cabe mencionar que una persona con esta sintomatología no indica que vaya a presentar un trastorno de personalidad.
El trato con la mentira
El tratamiento a través de terapias, de manera resumida, consistiría en fortalecer la autoestima de la persona, mejorar las habilidades sociales y la resolución de conflictos. La persona tiene que sentirse satisfecha con su realidad y consigo misma. Que sea consciente de los problemas que genera su conducta, además de poder eliminar pensamientos negativos, utilizar técnicas de modificación de conducta orientadas a la conciencia de la mentira, e identificar signos y mecanismos para sobrellevar la vida sin la necesidad de mentir.
Mentira patológica y adicción: parecidos razonables
En muchos sentidos la mitomanía o mentira patológica se asemeja a un comportamiento adictivo. Se podría considerar también un trastorno de falta de control de impulsos. Algunos de los síntomas en común con las adicciones que tratamos en nuestra clínica de desintoxicación son: altos niveles de ansiedad cuando se encuentra ante situaciones propicias para mentir; pensamientos recurrentes que incitan a la persona a mentir; imposibilidad de resistir el impulso de engañar; relajación y cierto grado de satisfacción al no ser descubierto tras sus mentiras. Si comparamos estos síntomas con los trastornos adictivos, encontramos más de una semejanza.
Cuando un mentiroso compulsivo miente, no tiene porqué haber una razón para ello, es como si sintieran reales cosas que no lo son, o se creyesen sus propias mentiras y las viesen como realidades. Se podría decir que un mentiroso compulsivo se da en personas que han normalizado la mentira y les resulta más fácil mentir que decir la verdad, creando así su propia realidad en la cual obtienen un beneficio, evitando ser dañados por la verdad, que para ellos duele.
Desgraciadamente, todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos enfrentado a gente falsa, hipócrita, envidiosa y desleal que nos han jugado malas pasadas.
Coincidir con gente tóxica es inevitable, pero sí que es posible detectar a estas malas personas para gestionar sus comportamientos y no salir malparados.